Realizado por: Rosario Castro Gil
La fundación Proyecto Hombre como todos los viernes de cada mes, ofrece programas de actividades ocupacionales para el tiempo libre.Los programas puestos en marcha pueden clasificarse en programas asistenciales, programas de prevención, programas dirigidos a familias, a menores. A todos ellos hay que sumarle una serie de servicios complementarios que son los que le dan ese matiz integrador a las intervenciones.
Entre la diversidad de talleres realizados, el pasado viernes acudimos al de literatura. Este al igual que todos, estaba destinado a potenciar la inserción social, la ocupación adecuada del tiempo libre y las capacidades artísticas y manuales de los usuarios. El taller estaba integrado por trece residentes y dos terapeutas. En este, los terapeutas leyeron un episodio de Hércules Anteriores a Troya, y durante el transcurso del taller, se respiraba un continuo ambiente de risas, de buen humor…en definitiva, un ambiente de los más idóneos posible.
Este taller se realiza cada viernes a las doce de la mañana en la misma biblioteca que ofrece la fundación y, cuenta con una hoja de seguimiento para controlar la asistencia. El ambiente de participación tras leer los episodios de Hércules fue eficiente, ya que los residentes se involucraban y daban su opinión en la medida de lo posible.
Una vez comprobado que salen y suceden continuas historias, se reflexionó sobre el capitulo leído, ya que lo que se contó en éste tenía cierto grado de similitud con las circunstancias por las que atravesaban los integrantes del taller.
Cada uno contiene unas circunstancias diferentes, pero que por cualquier razón marcan su acontecer vital; es demasiada la valentía y el esfuerzo que aportan en su día a día para intentar erradicar esos obstáculos que lo dificultan. A medida que leían un capitulo, los terapeutas interferían y lo comentaban y en la mayoría de las veces intentaban relacionarlos con la actualidad. El objetivo que se propone Proyecto Hombre es que cada día apuestan por personas y familias que dicen sentirse en el borde de sus fuerzas, ante la inseguridad o la incapacidad que le genera su consumo de drogas.Apuestan por ellas, convencidos de que así se podrá construir una sociedad mas libre, justa y solidaria.
Seguir dando oportunidades a las personas más vulnerables a la exclusión social no es para esta fundación ningún lujo sino una obligación moral que se asume con responsabilidad y humildad.La mayoría de los jóvenes que comienzan el tratamiento consiguen reducir el consumo de cannabis, pasan de un consumo problemático al consumo recreativo puntual. Por lo que mejoran el rendimiento académico, las relaciones familiares y sociales, además de conseguir responsabilizarse de sus acciones y quehaceres de la vida cotidiana.
Fuentes
TEXTO: elaborado por mí, tras acudir al taller como voluntaria
IMÁGENES: realizadas por mi durante el taller y se encuentran alojadas en mi cuenta de Flickr Rosario 24
VÍDEOS: propios y se encuentran en mi canal de youtube Rosario Castro Gil
¡ Necesito una oportunidad ! 